Rosita Rizzo Villanueva
Tomar notas al leer la Biblia es una disciplina sencilla que puede transformar tu comprensión y tu relación con las Escrituras. No solo te ayuda a recordar lo que lees, sino que también te lleva a profundizar en lo que Dios está revelando a través de Su Palabra.
A continuación quiero compartir contigo algunas razones del porqué esta práctica es tan importante y cómo puede enriquecer tu vida espiritual.
- Nos ayuda a entender mejor la Palabra de Dios
Cuando leemos la Biblia, es fácil que algunas ideas se nos pasen por alto o que simplemente las olvidemos al poco tiempo. Al tomar notas, ya sea escribiendo un resumen o marcando un versículo que te impacta, estás activamente involucrando tu mente. Es como si hicieras una pausa para reflexionar y procesar lo que Dios te está diciendo en ese momento. De esta manera, la Palabra se arraiga cada vez más profundo en tu corazón y es más probable que la recuerdes y como consecuencia que la apliques.
Por ejemplo:
Al leer Juan 3:16 entiendes que el acto de amor de Dios fue enviar a Su Hijo para que creyéramos en Él y seamos liberados de la condenación del pecado. Entonces anotas algo sencillo como «Dios me ama profundamente y envió a Su Hijo por mí.» Escribirlo no solo te ayuda a recordarlo, sino también a reflexionar más en su significado y a aplicar esta verdad en tu vida diaria.
- Organiza nuestros pensamientos y nos ayuda a ver conexiones
A veces, al leer un pasaje, podemos tener una idea general de lo que significa, pero no captamos toda su profundidad. Tomar notas te permite organizar tus pensamientos y ver cómo un versículo o una enseñanza se conecta con otros pasajes de la Biblia. Al escribir en los márgenes o en un cuaderno, puedes identificar patrones, temas recurrentes o promesas que se mencionan a lo largo de las Escrituras. De repente, lo que antes parecía confuso llega a ser en algo claro y coherente.
Por ejemplo:
Mientras lees, quizás observes que el tema de la gracia se menciona en distintos libros. Al escribir sobre Efesios 2:8-9 y luego conectarlo con Romanos 3:23-24, ves cómo ambos pasajes hablan de la salvación por gracia. Este proceso hace que entiendas mejor el concepto y te da una visión más completa de cómo Dios ofrece Su gracia. Siendo la gracia aquello que recibimos sin merecerlo y que no es con nuestros actos que obtenemos la salvación.
- Apoya nuestro estilo de aprendizaje
No todos aprendemos de la misma manera. Algunos de nosotros somos más visuales, otros aprendemos mejor escuchando o escribiendo. Tomar notas mientras lees la Biblia es una herramienta que nos ayuda a entender major lo que estamos aprendiendo.
Por ejemplo:
- Si eres visual, el uso de subrayados o dibujos (como un corazón para el amor) en los márgenes puede ayudarte a recordar mejor las lecciones.
- Si eres auditivo, puedes leer el texto en voz alta y luego escribir lo que has entendido.
- Y si eres alguien que aprendes mejor haciendo algo físico, como escribir, el simple acto de escribir un resumen después de leer cada pasaje clave puede ayudarte a procesarlo mejor y grabarlo en tu alma.
- Nos facilita la revisión y meditación en la Palabra
Una de las grandes ventajas de tomar notas es que podemos regresar a ellas en cualquier momento. Quizás semanas o meses después, al revisar lo que escribimos podemos ver cómo esas enseñanzas siguen siendo relevantes. Tus notas son una especie de “diario espiritual” que te recuerdan cómo Dios ha estado hablando a tu vida. Además, al revisar nuestras notas, podemos ver el progreso de nuestra comprensión de las Escrituras y cómo Dios ha estado trabajando en nuestro corazón.
Por ejemplo:
Imagina que escribiste en tu cuaderno puntos importantes sobre Filipenses 4:6-7 durante un momento de ansiedad. Semanas después, cuando enfrentas una situación similar, puedes volver a esas notas para recordar cómo Dios te ayudó a superar tus preocupaciones a través de Su paz.
- Nos ayuda a enseñar y compartir la Palabra con otros
Si eres alguien que enseña la Biblia, ya sea a tu familia, en tu iglesia o en un estudio bíblico, tomar notas es una herramienta indispensable. No solo te ayuda a entender mejor el texto, sino que te capacita para compartirlo de manera clara con otros. Al preparar una lección o simplemente al explicar un pasaje a alguien, puedes recurrir a tus notas y mostrar cómo ciertas ideas se conectan o cómo Dios ha usado ese versículo en tu propia vida.
Por ejemplo:
Si has tomado notas sobre la parábola del hijo pródigo en Lucas 15, podrás usarlas para explicar mejor esta enseñanza a tus hijos o amigos, mostrando cómo Dios nos recibe con los brazos abiertos cuando volvemos a Él.
- Profundiza nuestra relación con Dios
Finalmente, tomar notas al leer la Biblia no es solo un ejercicio intelectual, es una forma de relacionarnos con Dios de manera más profunda. Es una manera de «dialogar» con Él (si así lo pudiéramos decir), de hacer preguntas al texto, de anotar las promesas que Él nos ha dado, y de registrar cómo Su Palabra está transformando nuestra vida. Este hábito nos mantiene enfocadas y atentas a lo que Dios nos quiere enseñar, y nos invita a reflexionar con más seriedad en Su mensaje.
Por ejemplo:
Al leer Salmos 23 y tomar notas reflexionando algo como: «Dios es mi Pastor y me cuida.» Al escribirlo no solo te ayuda a recordarlo, sino que también es una manera de responderle a Dios en gratitud, fortaleciendo así tu relación personal con Él.
Tomar notas es una práctica simple, pero su impacto es profundo. No es solo un método para aprender mejor, es una herramienta para cultivar una vida espiritual más rica. Cuando tomamos en serio la Palabra de Dios y nos comprometemos a no solo leerla, sino a interactuar con ella activamente, nos estamos acercando más a Su verdad y somos más concientes de como Su Palabra hace su obra en nuestra vida.
¡Te sorprenderá cómo esta pequeña práctica puede marcar una gran diferencia en tu caminar con el Señor!
Referencias Bíblicas mencionadas en los ejemplos NBLA:
Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Efesios 2:8-9
Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Romanos 3:23-24
Por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios. Todos son justificados gratuitamente por Su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús.
Lucas 15
11 Jesús añadió: «Cierto hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos le dijo al padre: “Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde”. Y él les repartió sus bienes. 13 No muchos días después, el hijo menor, juntándolo todo, partió a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente. 14 »Cuando lo había gastado todo, vino una gran hambre en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. 15 Entonces fue y se acercó a uno de los ciudadanos de aquel país, y él lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. 16 Y deseaba llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. 17 Entonces, volviendo en sí, dijo: “¡Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; 19 ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como uno de tus trabajadores’”».
20 «Levantándose, fue a su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó]. 21 Y el hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo”. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traigan la mejor ropa y vístanlo; pónganle un anillo en su mano y sandalias en los pies. 23 Traigan el becerro engordado, mátenlo, y comamos y regocijémonos; 24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado”. Y comenzaron a regocijarse. 25 »Su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y se acercó a la casa, oyó música y danzas. 26 Llamando a uno de los criados, le preguntó qué era todo aquello. 27 Y él le dijo: “Tu hermano ha venido, y tu padre ha matado el becerro engordado, porque lo ha recibido sano y salvo”. 28 »Entonces él se enojó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba que entrara. 29 Pero él le dijo al padre: “Mira, por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya, y sin embargo, nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos; 30 pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con rameras, mataste para él el becerro engordado”. 31 Y su padre le dijo: “Hijo mío, tú siempre has estado conmigo, y todo lo mío es tuyo. 32 Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este, tu hermano, estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado”».
Salmos 23
El Señor es mi pastor, nada me faltará. 2 En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. 3 Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de Su nombre. 4 Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento. 5 Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. 6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.