Por Aixa de López
El diablo no es misterioso, nosotros somos haraganes en leer su descripción en la Biblia.
¿Cómo podemos creer que nuestro Buen Padre y Pastor nos pondría en el mismo corral junto a ese lobo sin darnos cómo vencerlo? Es triste ver cuánto se engrandece a ese rebelde derrotado o cuánto se ignora por lo fino que se viste. Como en los días de Moisés, nos impresionan las señales y prodigios sin pesar lo que distingue al siervo de Dios: el carácter de Cristo. El poder del Espíritu, sin excepción, producirá frutos en el carácter porque ha cambiado la naturaleza y la mente.
El carácter es lo que somos cuando sólo Dios nos ve y el que vive delante de Dios, refleja el carácter de Dios. El diablo y sus ayudantes saben mucha biblia y la recitan torcida. Saben textos pero no los comprenden ni aman. No distinguen de Quién se trata y para qué fue revelado. El que odia nuestra alma y a su Creador sabe oírse bien para entrar suave, como el veneno. El oponente de Dios es astuto, jamás aparentará ser el oponente, sino amigo, aliado, bueno… eso es lo que lo hace tan malvado. Me enluta (no tengo otro adjetivo) ver a tanta gente siendo engañada porque no es diligente en pelear por encontrarse con Dios a diario en sus páginas. Me entristece mi propio corazón terco que se conforma con tan poco y le ruego que me de más amor por Su Verdad para no ser engañada ni de mi propio corazón. La Biblia es la voz de Dios pero nuestro corazón natural se rehúsa a oír, prefiere los cuentos que se le antojan.
El maestro del disfraz… no usa trajes que inspiran miedo, sino ternura y confianza. Uno de sus mayores éxitos ha sido hacer creer al mundo que se ve feo, rojo, feroz y macabro, cuando la Biblia no lo presenta así. Pensamos que el lobo va a aparecernos enseñando los colmillos y parando el pelo de su lomo, cuando en realidad viene vestido de oveja mansa y apacible; eso es lo verdaderamente aterrador.
Los que somos de Cristo no solo sabremos distinguir la voz del Buen Pastor, sino discernir al que parece ángel de luz pero es nuestro enemigo.
“Por favor, sopórtenme, aunque parezca yo estar un poco loco. Dios ha hecho que yo me preocupe por ustedes. Lo que quiero es que ustedes sean siempre fieles a Cristo, es decir, que sean como una novia ya comprometida para casarse, que le es fiel a su novio y se mantiene pura para él. Pero tengo miedo de que les pase lo mismo que a Eva, que fue engañada por la astuta serpiente. También ustedes pueden ser engañados y dejar de pensar con sinceridad y pureza acerca de Cristo. Y es que ustedes aceptan con gusto a todo el que viene y les habla de un Jesús distinto del que nosotros les hemos anunciado. Aceptan un espíritu diferente del Espíritu Santo que recibieron, y un mensaje distinto del que aceptaron… [falsos profetas] andan engañando a la gente diciendo que son apóstoles de Cristo y que sirven a Dios igual que nosotros. Lo cual no es extraño. ¡Hasta Satanás se disfraza de ángel de luz, y también sus ayudantes se disfrazan de gente que hace el bien! Pero al final recibirán el castigo que merecen por sus malas acciones.”