Por Mayra Beltrán de Ortiz
«Dios creó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó».
Génesis 1:27
Vivimos días de creciente confusión relacionada con el género y los roles dentro de la sociedad. Es frecuente en la actualidad escuchar la pregunta de si el «género» es una construcción social o si el ser masculino, o femenino es un asunto de elección personal e inclusive si hay más de dos géneros.
No nos debe sorprender que hay grupos de personas que responden que sí a estas tres preguntas. Por otro lado, hay algunos grupos que sustentan que el ser varón o hembra está en la actualidad determinado por la cultura. Podemos sentirnos hombres, mujeres o ni una cosa ni otra. Lo más triste es que estos activistas están transmitiendo este mensaje a los niños a través de la «educación sexual integral». De acuerdo con Sharon James en su reciente libro La ideología de género: ¿Qué deben saber los cristianos?, vivamos donde vivamos en el mundo, a nuestros hijos se les puede presentar una cosmovisión que niegue la verdad que los seres humanos hemos sido creados hombres y mujeres.
Como mujeres cristianas debemos estar informadas y equipadas con el conocimiento de lo que se está debatiendo. Es imprescindible conozcamos el significado sobre los diferentes términos utilizados, pero sobre todo, qué dice la Biblia sobre todo esto.
Hombre y mujer por diseño
La Escritura afirma únicamente dos géneros: varón y hembra. Estos no son una construcción social como algunos defienden, sino que son parte del diseño creado por Dios el cual Él declaró como muy bueno (Gén. 1:26-28; 2:18-24; Mat. 19:4-5; Ef. 5:31).
Iguales en valor y dignidad
Cuando Dios creo a los seres humanos, varón y hembra, Él los hizo iguales a Su imagen y semejanza. Les dio igual acceso a Él y llamó a ambos a ser mayordomos de Su creación (Gén. 1:1; 1:26-31).
El Dr. Wayne Grudem nos dice que desde el inicio Dios nos creó masculino y femenino. «Dios creó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó» (Gén. 1:27). Hay diferencias grandes entre el hombre y la mujer, pero únicamente juntos conforman la humanidad. La raza humana estaría incompleta sin alguno de los dos.
La imagen de Dios es lo que separa al hombre – varón y hembra – del resto de la creación: el hombre – varón y hembra – es de más valor que los animales y las cosas. Notemos que ambos, varón y hembra, somos portadores de la imagen de Dios. Tenemos que tratarnos con dignidad el uno al otro y vernos como de igual valor, ya que compartimos el privilegio de ser creados a la imagen de Dios.
En ningún lugar la Biblia nos dice que los hombres son creados más a la imagen de Dios que las mujeres. La misma Biblia corrige el error del dominio y la superioridad masculina que ha venido como resultado del pecado y se ha visto en todas las culturas a través de los años.
Diferentes en roles
Cuando Dios creó dos géneros también instituyó dos roles diferentes para cada uno. El patrón bíblico para el hombre y la mujer es igualdad en valor y al mismo tiempo roles diferentes en la familia, en la iglesia y en la sociedad. Estos son principios complementarios, no contradictorios.
En el capítulo 2 de Génesis podemos ver un relato más detallado de la creación de ambos seres humanos, que revela diferencias en las funciones y responsabilidades dadas por Dios. El hombre por sí solo no es suficiente; le falta algo y Dios suple esa carencia. Vemos que Eva fue creada después de Adán con el propósito específico de ser la «ayuda idónea» de Adán. El rol de ayuda idónea es un rol honroso, ya que la mujer le puede brindar una ayuda al hombre que éste no puede encontrar en otro ser creado.
El movimiento feminista debate la igualdad de la mujer, pero las mujeres ya son iguales que los hombres: iguales en creación, iguales en pecado, iguales en merecer el infierno, iguales en gracia, iguales en gloria, iguales en valor, iguales en importancia, iguales en significado. Las mujeres no pueden ser hechas iguales por ningún movimiento; su igualdad puede únicamente ser reconocida. Sin embargo, su igualdad no significa que su rol en cada esfera es enteramente el mismo que el hombre.
El mensaje de la Escritura es que el hombre y la mujer son iguales. El mensaje de la Escritura es también que el hombre y la mujer son distintos, con diferentes roles y responsabilidades. El gran error de hoy en día es insistir que la igualdad en valor significa igualdad en rol. La teoría de género tan esparcida en el mundo entero es una mentira. El ser masculino o femenino no es independiente del sexo biológico de una persona al nacer. Debemos aferrarnos a la verdad de Dios y por tal razón, tenemos que informarnos bien para poder defender esa verdad con gracia y con bondad hacia los demás.
Mayra Beltrán de Ortiz, Decidida a honrar el diseño de Dios para la mujer. Esposa de Federico Ortiz desde el 1977, madre de 2 y abuela de 3. Graduada del Instituto Integridad & Sabiduría. Miembro y diaconisa de la Iglesia Bautista Internacional (IBI) donde es parte del Cuerpo de Consejeros y es Coordinadora del ministerio de mujeres EZER.
No entiendo muy bien de donde concluyen que en Génesis se habla de los roles distintos para hombre y mujer. Agradecería me explicaran mejor. En Génesis 1 veo a Dios dándole el trabajo del cuidado de la creación a ambos, hablando en plural:
Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos los animales salvajes de la tierra y los animales pequeños que corren por el suelo».
27Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen.
A imagen de Dios los creó;
hombre y mujer los creó.
28Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo».
29Entonces Dios dijo: «¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento. 30Y he dado toda planta verde como alimento para todos los animales salvajes, para las aves del cielo y para los animales pequeños que corren por el suelo, es decir, para todo lo que tiene vida»; y eso fue lo que sucedió.
31Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno!
Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el sexto día.